Según un viejo cuento coreano, dos hermanos – Nolbu y Hungbu – viven en la misma aldea y deben dividirse la herencia que les ha dejado su padre. Nolbu, el hermano más viejo, es codicioso y arrogante. No tiene escrúpulos. Él toma la casa de su padre y empieza a perseguir al pobre Hungbu. Un día, éste, encuentra a un gorrión herido y le presta el cuidado necesario para que se recupere. Lo que Hungbu aún no sabe es que el pequeño gorrión tiene unos poderes mágicos que le cambiarán para siempre la vida.